domingo, 2 de septiembre de 2007

Desclasifican Laminas anti-wifi

Desclasifican un producto que hasta ahora sólo estaba disponible para el gobierno de los EEUU. Este recubrimiento de ventanas protege del Wi-Fi, de la telefonía móvil, de una explosión e incluso del pulso electromagnético procedente de un arma nuclear estratosférica (yo quiero de eso!!!!).

Scientific American se hace eco de la disponibilidad para el público de este material de alta tecnología. Al parecer el Pentágono disponía de este recubrimiento en sus ventanas y salvó en el 11 de septiembre a muchos de sus inquilinos de ser heridos por la multitud de fragmentos de vidrio producidos por la explosión tras el atentado.
Aunque este producto no va a estar en las estanterías del supermercado de su barrio se podrá encargar a la empresa CPFilms, que es quien lo fabrica a un precio probablemente desorbitado.
Consiste en una lámina de 2 mm de grosor que bloquea la señal Wi-Fi, las señales de telefonía móvil y casi todas las ondas de radio, manteniendo el vidrio de las ventanas transparente. Con estas propiedades no sólo se impide que los secretos de estado salgan fuera como hasta ahora ha conseguido, sino que además se podría proteger el derecho a la intimidad de las personas situadas en sus casas.
También bloquea el infrarrojo cercano y el pulso electromagnético procedente del exterior que pueda venir de las explosiones nucleares en la alta atmósfera, y destinadas a destruir los sistemas de comunicación del enemigo.
El material denominado “LLumar Signal Defense Security Film” se ha utilizado en secreto hasta ahora en unos 200 edificios gubernamentales de EEUU. Consigue atenuar estas señales en 35 decibelios, o lo que es lo mismo reducir en un 99% su intensidad, dejando pasar un 50% de la luz.
Aunque su venta sea ya libre hay un alto secreto comercial alrededor de este producto (NF no lo ha encontrado en la web de la empresa), empezando por el precio y terminando por la tecnología que hay detrás. Parece que sólo los gobiernos y grandes corporaciones serán de momento sus clientes, ya que son los únicos que verdaderamente lo necesitan y están dispuestos a pagar su precio. El producto se vende dentro de un “paquete” de seguridad.
Una de las aplicaciones más interesantes de esta lámina sería la de mantener a raya a los intrusos que se meten en los sistemas informáticos bajo sistemas wireless de comunicación. A pesar de los sistemas de encriptación y de protección empleados en muchos sitios no se ha conseguido proteger a los ordenadores de los piratas informáticos al 100%. Por ejemplo en 2005 unos piratas se hicieron con el sistema informático (bajo el estándar obsoleto Wireless Encryption Protocol o WEP) de los Almacenes Marshalls con una antena remota de intercepción y se hicieron con 200 millones de números de tarjetas de crédito. La película de CPFilm bloquea todas estas frecuencias hasta el infrarrojo dejando pasar la luz visible.
Entre otras aplicaciones, más exóticas, también bloquea las transmisiones electromagnéticas involuntarias de los teclados de ordenador, de los viejos monitores y de los nuevos LCD. Al parecer a partir todos estos ruidos electromagnéticos, y armados sólo con una antena, se puede descifrar lo que se teclea o lo que se ve en un monitor ajeno incluso cuando hay un muro de por medio.
El programa militar TEMPEST fue un esfuerzo por evitar las fugas de información por medios electromagnéticos de todo tipo. Las mallas metálicas que se utilizaron en el pasado son mucho peores a efectos de trasparencia y eficacia que esta película.
Hay otras aplicaciones posibles. Protegiendo a una vivienda de los sistemas wireless del exterior se consigue que funcionen mejor los de su interior. O incluso se podría aplicar a las ventanas de los automóviles que dispongan de este tipo de sistemas de comunicación para mantener la intimidad y su rendimiento.
Los que tienen miedo de los efectos supuestamente perjudiciales para la salud de este tipo de radiaciones probablemente ya sueñan con esta lámina.
Parece que este tipo de producto redefine la idea de estar “aislado”. Quizás en un futuro sea un derecho de todos junto con el de la intimidad.
Pero lo que probablemente mantiene nuestra la fantasía son los secretos y productos que todavía no se han hecho públicos.

Fuente: Scientic American y Neofronteras

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